domingo, 26 de marzo de 2017

Formación de Volcanes y su función...


Formación de Volcanes y su función... 




Los volcanes se forman cuando el material caliente del interior de la Tierra asciende y se derrama sobre la corteza. Este material caliente, llamado magma, puede provenir de dos fuentes; del material derretido de la corteza en subducción, el cual es liviano y efervescente después de haber sido derretido o, provenir de mucho más adentro de un planeta, de un material que es muy liviano y efervescente debido a que está muy *caliente*.


El magma que proviene del fondo llega y se amontona en un reservorio, en una región porosa de rocas en capas conocida como; la camara de magma. 


Eventualmente, no siempre, el magma hace erupcion hacia la superficie. Fuertes terremotos acompañan al magma ascendente y el tamaño del cono volcánico podría aumentar en apariencia justo antes de la erupción, tal y como se muestra en esta imagen. Frecuentemente, los científicos monitorean la apariencia cambiante de un volcán, especialmente antes de una erupción. Las diferentes razones por las que se forma un volcán son: Mediante columnas de magma ascedentes puntos de calor en la litósfera, como resultante de un proceso de subduccion de la litósfera 

EL NACIMIENTO de volcanes y la actividad de muchos de los existentes también es un fenómeno que contribuye a la transformación del relieve terrestre. Es sin duda el proceso que origina mayores modificaciones en menor tiempo. Sucede en forma tan rápida que a la fecha es uno de los procesos geológicos mejor conocidos por el hombre. Numerosas erupciones han ocurrido en la Tierra en el transcurso del siglo y cada vez se estudian con mayor detalle.

Un volcán (del nombre del dios mitológico romano Vulcano) es una estructura geológica por la que emerge el magma en forma de lava, ceniza volcánica y gases provenientes del interior de la Tierra.

La actividad volcánica que se manifiesta en la superficie terrestre se debe al ascenso de magma —una masa de roca fundida del interior de la Tierra— a través de grietas. No es como se pensaba en el siglo pasado, que los volcanes son alimentados por el supuesto fuego interno del centro de la Tierra.


El magma es rico en elementos químicos, que incluyen gases que se desprenden en forma tranquila o violenta. Una propiedad importante del magma es su viscosidad, que aumenta con la cantidad de sílice contenido. El enfriamiento y solidificación pueden producirse lo mismo en el interior de la Tierra, antes de alcanzar la superficie, que al derramarse en ésta, o después de haber escurrido más de 20 km. 

Tipos de erupciones 





Las erupciones volcánicas expulsan lava a la superficie de tres maneras distintas: escurrimiento, lluvias de piroclastos y coladas de piroclastos. 

Al escurrir la lava en la superficie terrestre, se originan los derrames o coladas de lava. 

En ocasiones, la lava ascendente se enfría en el subsuelo, cerca de la superficie o derramándose sobre las laderas del edificio, en cortas distancias. Es el proceso de formación de los domos volcánicos.

Las lluvias de piroclastos resultan del desprendimiento de lava incandescente que asciende hacia la superficie y es arrojada con una gran fuerza hacia arriba por los gases que forman parte de la lava. En el aire se disgrega y enfría, precipitándose con partículas de diversos tamaños. Las coladas o flujos de piroclastos son masas de material lávico que es arrojado también desde el cráter de un volcán, en grandes cantidades, altas temperaturas y contenido gaseoso, pero desplazándose a gran velocidad por las laderas. Se depositan a lo largo en distancias incluso de más de 20 km.




La emanación de lava forma volcanes en el centro de erupción, mismos que en general, son amplios, de varios kilómetros de diámetro y laderas de poca inclinación. Estos reciben el nombre de volcanes escudo, característicos de las islas Hawai, donde son también comunes los lagos de lava, que consisten en la acumulación del magma en un cráter, con formación de una costra sólida en la superficie, ocultando la masa viscosa.El material piroclástico arrojado en grandes cantidades a través de un cráter origina los volcanes de forma cónica con laderas empinadas: son los conos de tefrade escoria o cineríticos, ampliamente expuestos en el territorio mexicano, en su mayoría apagados. Los productos más finos, las cenizas, son depositados incluso a decenas de kilómetros en capas delgadas de algunos centímetros.

 La erupción del Chichón se distinguió porque envió cenizas y gases a más de 25 km de altura y, de acuerdo con M. Rampino y S. Self, fue la nube más densa observada en el hemisferio norte desde la erupción del Krakatoa en Indonesia en 1883.En la actividad volcánica es más común la conjugación de procesos distintos. En el Paricutín la lava se derramó por bocas en la base del volcán y en sus proximidades, hecho común para cientos de volcanes semejantes. Otros grandes volcanes como el Fuego de Colima han tenido una actividad más compleja: expulsión de material piroclástico, derrames de lava y formación de domos.Los volcanes en sí, se clasifican, por su forma y origen, en: escudos, compuestos, conos de tefra y domos.Sin embargo, por comodidad y costumbre se sigue utilizando la terminología de Lacroix, ya enriquecida. 

 Efectos del volcanismoEl nacimiento de un volcán o la reactivación de otro ya existente puede provocar, en cuestión de semanas, un incremento de altitud con respecto al nivel del mar, de algunos centímetros a unos metros, sin considerar la zona central de la erupción donde puede ser de 200 a 400 metros. 





Popocatépetl es un volcán geológicamente joven. Se cree que tiene unos 730,000 años de antigüedad y que es remanente de volcanes antiguos que colapsaron. se ha registrado más de 15 grandes erupciones a partir de la llegada de los españoles a tierras mexicanas. 




Se puede apreciar que la velocidad con que se incrementa la altura de la superficie terrestre
por volcanismo es extraordinaria en comparación con la de movimientos tectónicos. 

En las proximidades del volcán las depresiones del terreno son rellenadas, la erosión fluvial
se interrumpe, surgen planicies semejantes a las de los desiertos de arena, mientras vuelve a
iniciarse el proceso de formación del suelo. 


Gracias a una intensa actividad volcánica en por lo menos los últimos 100 000 años en la
actual cuenca de México, se dieron condiciones ideales para la vida humana: clima, suelos,
vegetación, agua, fauna, etc. 

En las regiones volcánicas más activas, los procesos de la erosión no han tenido oportunidad
de evolucionar. Para no ir muy lejos, en la zona de Uruapan, Mich., o el sur de la cuenca de

México, entre el Ajusco y el Popocatépetl, las montañas muestran rasgos insignificantes de
erosión, el agua de lluvia no llega a escurrir en la superficie lo suficiente como para formar
una red de arroyos, y esto se debe principalmente a la juventud de las erupciones que han
definido este paisaje. La acumulación continua de lavas y material piroclástico cubre en
zuestión de meses lo que la erosión ha hecho en cientos o miles de años. También sucede que
los cauces de los arroyos son obstruidos, acción que permite la acumulación del agua, en
ocasiones en pequeñas dimensiones, formando lagos como los de Zempoala, Mor., o mayores
como los de la cuenca de México, Pátzcuaro, Cuitzeo y otros más. Vivimos en una época de
intensa actividad volcánica, aunque restringida a zonas bien definidas de la Tierra. La
principal de ellas es el Cinturón de Fuego del Pacífico, desde las islas Aleutianas en
Alaska, hasta Nueva Zelanda; la Cordillera de Norteamérica, México, Centroamérica y Los
Andes. 

Volcanismo vivo 





La actividad actual se presenta en el cinturón montañoso euroasiático, sobre todo en la
zegión del Mediterráneo. Un rosario de volcanes se extiende del norte de África hacia el
sur a través del Mar Rojo, Etiopía, Kenia, Nyasa-Tanganica.


Los volcanes están presentes en todos los océanos; no menos de 7 000 están ocultos bajo las

aguas, pero los hay que por su intensa actividad sobrepasan el nivel del mar formando islas
como Hawai, las Revillagigedo y muchas más. La tierra firme mexicana se enriqueció con
el nacimiento del volcán Bárcena en 1952 en la isla San Benedicto, precisamente en el grupo
de las Revillagigedo; actividad submarina cercana al Everman se reconoció en febrero de 1993. 

En México hay ocho volcanes potencialmente activos: Citlaltépetl, Popocatépetl, Fuego de
Colima, Tacaná, Ceboruco, Las Tres Vírgenes (Baja California Sur), San Martín Tuxtla y
Chichón. A éstos se pueden agregar los de las islas Revillagigedo, Jorullo, Xitle, Paricutín
y aún podría especularse sobre muchos otros. Los vulcanólogos han encontrado que volcanes
apagados por algunos miles de años volvieron a manifestar actividad. Esto ya es tema de
especulación, pero se puede mencionar el Nevado de Toluca y más de una decena de volcanes
que nacieron en los últimos 10 000 años. Se han establecido edades de volcanes de menos de
5 000 años que no pueden considerarse muertos. 


También hay que considerar las zonas activas donde es posible predecir, con base en una
estadística muy burda, el nacimiento de un nuevo volcán en los próximos 3 000 años. 
Algunos datos sobre las zonas de alta concentración de volcanes activos en la Tierra son los
siguientes: en las islas japonesas Hokkaido, Honsiú, Kiusiú y Riukiú hay 55; en el país más
pequeño de Centroamérica, El Salvador, hay 11; en la isla de Java, 35; en Islandia 40. El 80%
de los volcanes activos se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Las erupciones
volcánicas generalmente se anuncian con tiempo, con sismos frecuentes. El relieve también
puede ser un índice: se ha observado que antes de una erupción se producen deformaciones
en el suelo: levantamientos, hundimientos, cambios pequeños en la pendiente del volcán. 


Tan sólo para los continentes se han registrado poco más de 1 000 volcanes activos en tiempos
históricos. Los procesos efusivos y explosivos se presentaron entre 1950 y 1959 en por lo
menos 22 volcanes distintos; entre 1960 y 1969 en 21 volcanes y entre 1970 y 1975 en
aproximadamente 30. Prácticamente todos los años hay más de una erupción, aunque la gran
mayoría son expulsiones débiles de lavas y piroclastos.

Daños y beneficios





Resultado de imagen para daños y beneficios de los volcanes
Las erupciones catastróficas que han provocado cientos y miles de muertos son casos aislados 
en la historia. Algunos datos compilados por el volcanólogo ex soviético V. I. Vlodavets son los 
siguientes: 

El Vesubio en el año 79 cubrió Pompeya con rocas de un espesor de 7-8 m; el Estado de
Mataran en Java, fue destruido física y políticamente por la actividad del volcán Merapi en
el año 1006; otra vez el Vesubio en 1 631 produjo la muerte de unas 3 000 personas; en 1669
el Etna, en Sicilia, provocó grandes daños a 18 poblados y a la ciudad de Catania. En 1783,
por la erupción de volcán Laki de Islandia, murió 50% del ganado ovino y entre 76 y 79%
del equino y bovino; la población humana se redujo de 49 000 habitantes a 10 500. El volcán
Unzen en Japón causó la muerte de 10 000 personas en 1792. Trágicas fueron las erupciones
del Tambora en la isla Sumatra (Indonesia) en 1815; el Halunggung en Java en 1822, el
Krakatoa en Java en 1883; el Pelé en la Martinica en 1902; el Kelud en Java en 1919; el
Lamington en Nueva Guinea, el Katarman en las Filipinas en 1951 y el Agung en Indonesia
en 1963.


El Pinatubo en Filipinas tuvo grandes erupciones de piroclastos a partir de junio de 1991, al
as que siguieron poderosas corrientes de lodo (lahares). 


Los daños que pueden causar las erupciones volcánicas están relacionados con varios

fenómenos: 



1. Los derrames de lava, las lluvias de material piroclástico (principalmente ceniza) y las
nubes ardientes o flujos piroclásticos. 

2. Las corrientes de lodo (lahares) provocadas por material volcánico suelto y agua en grandes
por lluvias, desbordes de lagos, derretimiento de la nieve y el hielo), se producen con
velocidades promedio de 40 a 77 km/h y alcanzan distancias aproximadas de 14 km. 

3. Por sismos relacionados con la actividad volcánica. 

4. Por tsunamis (olas gigantes). 
Las tragedias mayores han sido por la expulsión de gases tóxicos, acompañados de
precipitación de nubes ardientes como sucedió en el Pelé a principios de siglo. Los
fenómenos no volcánicos, pero asociados a este proceso, como los sismos y en especial
los tsunamis han causado tragedias. Durante la erupción del Krakatoa en 1883 murieron
más de 36 000 personas en las islas vecinas, invadidas por olas de 20 a 35 m de altura, con
velocidad de hasta 566 km/h. 

Una débil actividad del Nevado de Ruiz en Colombia (1985) provocó un violento deshielo
que dio origen a una gigantesca corriente de lodo que cubrió toda una población, sepultando
 más de 10 000 personas. 

Mucho se habla y escribe en cada ocasión que los volcanes entran en actividad. Generalmente
a estos sucesos se les da un tono sensacionalista, donde influyen más los mitos que la verdad
objetiva. Poco razonamos en cuanto a la influencia positiva del volcanismo de los últimos
100 000 años, o el más joven de los últimos 5 000 años. 

Las tierras fértiles del Bajío mexicano y las del norte de Michoacán son resultado de la
alteración de material volcánico joven. La zona volcánica que se extiende desde Colima y
Nayarit hasta Veracruz, a través del paralelo 19, es la región más poblada del país, conuna
fuerte actividad económica. El volcanismo moderno ha creado las condiciones favorables para
el desarrollo de centros de población en las altas planicies, vigiladas por los volcanes mayores:
Citlaltépetl, Naucamtépetl, Matlacuéyatl, Iztaccíhuatl, Popocatépetl, Ajusco, Xinantécatl,
Tancítaro y los volcanes de Colima, región en la que hay más de 3 000 edificios volcánicos
menores. Al margen del tema: ¿será posible que rescatemos los nombres originales de muchos
elementos del relieve mexicano? 

Hay un dato interesante que proporciona el volcanólogo ex soviético V.I. Vlodovets,
comparando las islas de Borneo y Java que poseen condiciones climáticas muy semejantes;
la densidad de población es 600 veces mayor en Java donde la actividad volcánica es
extraordinaria: unos 20 volcanes vivos. Resulta que mientras en Java los suelos están en
constante regeneración y son de alta fertilidad, en Borneo se empobrecen y erosionan. 


En los últimos años ha tenido un gran desarrollo el aprovechamiento de la energía interna
de la Tierra para generar electricidad: la geotermia, presente en las zonas de volcanismo
activo. México cuenta por lo menos con tres zonas bien estudiadas: en el extremo noroeste
de Baja California, en Michoacán y en los límites de Puebla y Veracruz. 


Los productos de las erupciones son útiles como material para la construcción y algunos
para la industria química. Hay también minerales metálicos relacionados con el volcanismo,
y si pensamos en los grandes volcanes de las regiones tropicales como el Popocatépetl, el Pico
de Orizaba y el Kilimanjaro, la gran altura alcanzada favoreció la presencia en ellos de una
capa permanente de nieve y hielo, lo que se traduce en agua abundante en la base del volcán
y suelos fértiles en sus laderas inferiores y zonas contiguas. 

El volcanismo forma parte de un sistema que mantiene un equilibrio en la naturaleza. Con
toda seguridad, cada año seguiremos enterándonos de erupciones, en algunos casos trágicas.
El daño que el hombre ha causado a la naturaleza en los últimos 30 años es muy superior a
cualquiera de las catástrofes provocadas por fenómenos naturales.

MARES Y CALDERAS 




A raíz de la descripción de un cráter de grandes dimensiones, de más de 5 km de diámetro en
las Canarias, que lleva el nombre de La Caldera, el término se extendió a las formas
semejantes. Originalmente, la diferencia entre una caldera y un cráter fue sólo por el tamaño:
el cráter volcánico pocas veces alcanza los 2 km de diámetro; de mayores dimensiones se
consideraba la caldera. Hoy día se define a ésta como una depresión, más o menos circular
que se origina por hundimientos con dos posibles explicaciones: 

1. Las erupciones explosivas que arrojan una gran cantidad de material magmático puede
provocar un vacío en la chimenea por donde asciende, a loque sigue un hundimiento de la
superficie con lo que el cráter se amplía. 




2. El cráter sufre rupturas concéntricas y posterior hundimiento en bloques. A esto puede
eguir la actividad volcánica.


Las calderas se reconocen en todas las regiones volcánicas activas de la Tierra, aunque son mucho menos comunes que los cráteres. El Mauna Loa, en Hawai, posee una de 6 por 3 km de diámetro. En México hay buenos ejemplos de calderas, algunas antiguas como La Primavera, de una edad aproximada de 120 000 años, contigua a Guadalajara, otras mas en Huichapan, Hgo. (Figura 11) y, de grandes dimensiones, es la de Los Humeros, de unos 16 km de diámetro, al occidente de Perote, Ver.

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